viernes, 3 de febrero de 2012

LOS TRES TRIÁNGULOS

En el periodo de manifestación es decir en el Génesis de la Creación, el Primer Triángulo que siempre tiene su vértice hacia arriba, con los dos vértices inferiores de base, este vértice central nunca cambia de polaridad.

Los otros dos triángulos tienen el vértice central hacia abajo, denominado CENTRO DE GRAVEDAD,  cada uno de ellos tiene su Centro específico; y para conocer mejor la naturaleza de cada triángulo debemos recurrir al estudio de dichos CENTROS.

Esta es una diferencia básica entre el Primer Triángulo, respecto al Segundo y al Tercero, ya que el primero tiene su CENTRO DE GRAVEDAD  hacia arriba y los otros dos hacia abajo, esto nos señala la naturaleza de los Tres Triángulos y de las Tres Fuerzas Primarias.

El Primero siempre es unitario, y el Segundo y el Tercero son plurales, allí los seres se hayan diferenciados.

También podemos decir que el Primer Triple Poder (Primer Triángulo) es positivo; y que los otros dos Triples Poderes, al tener su vértice hacia abajo, son negativos; esto se traduce a decir que el Hijo y el Espíritu Santo son negativos (pasivos), respecto a las fuerzas del Padre.

Sin embargo el Segundo Triángulo, al ser el central e intermadiario, no es completamente negativo, sino de equilibrio; es el que canaliza las fuerzas del Espíritu hacia la materia y viceversa, es un puente.

Notemos que entre el Primer Triángulo y los dos triángulos inferiores hay un abismo que es Daath.

Los dos últimos Triángulos se originan en el Primero, este es su causa; son desdoblamientos de Triángulo del Padre.

El Segundo Triángulo que ya tiene su vértice o centro de gravedad hacia abajo; el proceso de transformación del Primer Triángulo en el Segundo, se denomina EVOLUCIÓN MONÁDICA; la división del Espíritu Único, en las millonadas de espíritus individuales, que son las Mónadas de cada Sol manifestado.

En síntesis esta transformación del Primero en el Segundo Triángulo, es la Triada Suprema encarnada en el Santo Cuatro, en Chesed; es el paso de una forma de vida única, a una vida diversa.

El niño en el vientre del Primer Triángulo, es la vida unica; y el niño fuera del vientre es decir ya manhifestado es la diversidad de los seres.

En el PRIMER TRIÁNGULO despiertan las Mónadas, Kéther se divide en Chokmah y Binah, proceso sintetizado en una semilla que es Chesed, como modelo único, que luego se multiplicará en los siete planetas Sephiróthicos, sus Rondas o Dimensiones y sus Razas.

Cada RONDA se desenvuelve en una dimensión, en ella se desenvuelven SIETE RAZAS; así siempre ha sido y así siempre será, para cada estrella o planeta.

En el SEGUNDO TRIÁNGULO se procesa la denominada EVOLUCIÓN HUMANA, por la que ÁTMAN se desdobla en BUDDHI-GEBURATH y MANAS-TIPHERETH, en que el PRIMER TRIÁNGULO finalmente se convierte en el SEGUNDO TRIÁNGULO; que es el paso del Mundo Electrónico al Mundo Atómico.

Este proceso empieza como la Mónada Individualizada o CHESED y termina en la formación de las Almas Humanas, lo que se sintetiza en una semilla interna que luego le da forma externamente a la MENTE.

La Mente es exterior a la Voluntad y es su materialización, son pues el MANAS SUPERIOR y el MANAS INFERIOR de la TEOSOFÍA ESOTÉRICA, como el Tres interior, frente al Cuatro exterior; es el paso del Mundo Atómico, al Mundo Molecular.

Ahora en el TERCER TRIÁNGULO, la fuerza universal se apresta a anclarse en el PLANETA TIERRA, a través de sus SIETE RONDAS PLANETARIAS, que forman sus CUATRO DIMENSIONES Inferiores del Planeta. 

Esta transformación del TERCER TRIÁNGULO, empieza desde Netzah y termina en Yesod, en el TRIÁNGULO DEL ESPÍRITU SANTO y se corresponden con la EVOLUCIÓN ELEMENTAL, que corresponde a las TRES PRIMERAS RONDAS PLANETARIAS, en que se forman tres dimensiones moleculares: MENTAL, ASTRAL y VITAL, pero ya en el planeta Tierra, nuestro Mesocosmos.

En cada una de ellas se forman Tres de los cuatro cuerpos de pecado del hombre, el TERCER TRIÁNGULO, se sintetizan en una semilla que es el EDÉN-JOB, que luego se exterioriza o nace, como la Tierra MALCHUT y en el hombre su CUERPO FÍSICO CELULAR.

El Tres, de los Tres Cuerpos inferiores, Mental, Astral y Vital, son sintetizados en los Tres cerebros del Cuerpo Físico o sean los TRES TESTIGOS: El Soplo, el Agua y la Sangre, que vienen a representar o son opuestos a Kéther, Chokmah y Binah; formando una Segunda Estrella de Salomón.

Estas dos estrellas, la formada por el Primer y el Segundo Triángulo, y el Primer y el Tercer Triángulo, son parte del Génesis, es decir con el Triángulo Superior Negro y el Triángulo Inferior Blanco; porque el Espíritu se apresta a manifestarse en la materia, es decir a ennegrecerse.

Es a esto cuando se señala: Que los rituales de los antiguos tiempos eran negros, es el descenso del Fohat a la materia.

Si los tres triángulos no tuvieran distintas direcciones, es decir si sus vértices estuvieran dirigidos todos hacia abajo, diríamos que el Tercer Triángulo es la concentración del Segundo y el Segundo la concentración del Primero, pero no es así; y esa polaridad distinta entre el Primero y los dos triángulos inferiores, hace que los Sephiroth se desubiquen.

Si los TRES TRIÁNGULOS tuvieran el vértice hacia arriba, sus centros de gravedad serían: KÉTHER, CHESED y NETZAH; si los TRES TRIÁNGULOS se ubicaran con el vértice hacia abajo, sus centros de gravedad serían: BINAH, TIPHERETH y YESOD.

Porqué los tres triángulos, no están dirigidos hacia la misma dirección, hacia arriba o hacia abajo; solo entendemos que el Primer Triangulo simboliza una forma de vida unitaria; y los dos inferiores la vida diversificada o múltiple y que también las fuerzas se separan y se unen para crear.

Si todos los triángulos estuvieran ubicados en una sola dirección, no se encontrarían, no concurrirían en un mismo punto creador; así tenemos dos instancias creadoras plenamente identificadas, que serían el encuentro entre el Primero y el Segundo Triángulo y el Primero y el Tercer Triángulo.

Entre el Segundo y el Tercer Triángulo no hay oposición, y realmente el Tercero es una derivación del Segundo; esto nos permite comprender porque en el diagrama de la Estrella de Salomón, se colocan en los vértices del Triángulo Superior a Kether, Chockmah y Binah; y abajo en el triangulo opositor el Soplo, el Agua y la Sangre, como los tres testigos abajo en la Tierra.

Es posible ver un cuarto triángulo, no señalado en el diagrama, este es el formado por Job, Netzah y Tiphereth; que se daría cuando Malchut se haya eterizado y ocupe el lugar de Yesod, entonces tal vez DAAT, se materialice como cabeza formando un triángulo junto a Geburah y Chesed, son especulaciones.

Así pues podemos notar cierta evolución del ARBOL DE LA VIDA; de dimensión en dimensión, que significa la superación de Malchut, de ronda en ronda.

Existen dos análisis distintos para la formación de los triángulos inferiores, uno que es el mismo triángulo del Padre, es el que los crea directa y distintamente y el otro que lo hace a través del inmediato superior como intermediario.

Ambos son correctos y lógicos porque en este proceso no existe el tiempo y todo se da en forma inmediata y se continúa dando de momento en momento.

Para nuestro análisis, es más concordante el segundo planteamiento, porque el comando de la Creación la asume cada logos supremo en tres distintas etapas, primero el Padre en el Génesis, y tercero el Espíritu Santo en el Apocalipsis, y en la etapa intermedia el Hijo el Cristo.

Estas son las 10 oleadas de vida, o Rondas; que representan los siguientes reinos: Hombres, Ángeles, Arcángeles, Principiados, Potestades, Virtudes, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines.

Que son 10 mundos: Mundo Físico, Vital, Astral, Mental, Causal, Búddhico, Átmico, Nirvánico, Paranirvánico, Mahaparanirvánico y el Empíreo. El Mundo Físico y el Vital, muchas veces se lo considera uno solo.

Ahora comprendemos también aquello de que el Universo es una condensación Nirvánica, es decir del SEPHIROTH BINAH, el ESPÍRITU SANTO y de que hay tres cosas eternas en la vida: LA LEY, EL NIRVANA Y EL ESPACIO; son la Ley del Padre Kéther, el Nirvana como Binah, el Espíritu Santo; y el Espacio como la Madre Espacio, simbolizada en Chokmah.

Las energías del ESPÍRITU SANTO descienden hasta los órganos sexuales. Las del HIJO descienden hasta el corazón y las del PADRE hasta el Cerebro, de otra forma:

Todas las sustancias de los Siete Cosmos están dentro de nosotros mismos. Dentro del Cerebro Pensante tenemos la sustancia del Protocosmos, dentro del Cerebro Motor tenemos la sustancia del Ayocosmos. Dentro del Cerebro Emocional formado por todos los centros nerviosos específicos del organismo humano, tenemos la sustancia del Macrocosmos y así sucesivamente. (Mensaje de Navidad 1964-1965; Cap. 3)

Ahora tenemos una nueva signatura de la Estrella de Salomón, cuando colocamos en el Triángulo Superior, a los Tres Cosmos: Protocosmos, Ayocosmos y Macrocosmos; y en el Triangulo Inferior los Tres Cerebros: IntelEctual, Emocional y Motor.

Es decir si llevamos nuestro análisis hacia los SIETE COSMOS; por analogías diremos que los tres Sephiroth primarios, que forman el TRIÁNGULO SUPREMO como cabeza del Universo, son las rectoras o se manifiestan en forma específica en los TRES PRIMEROS COSMOS.

En el Rayo de la Creación el Padre-Kéther avanza hasta el PROTOCOSMOS, el Hijo-Chokmah, avanza hasta el AYOCOSMOS y el Espíritu Santo-Binah, avanza hasta el MACROCOSMOS de la Galaxia; y de allí todos los Cosmos; los que se derivan del Cuarto Nivel hacia abajo, llevan cada uno en sí mismos, las tres fuerzas originales.

Así es como la Ley del Siete, manifestada en los Siete Sephiroth inferiores; cada uno es la cristalización de las Tres Fuerzas Primarias del Primer Triángulo, esta se une y se separa siete veces.

Debemos recordar el gran abismo que existe entre Binah y Chesed, que es el Sephiroth invisible denominado Daat, notemos que este Sephiroth separa dos formas de vida, hacia arriba una Vida Única, es decir la Unidad de Dios y hacia abajo una vida múltiple, a partir de aquí nace la individualidad.

Este Sephiroth, hace de puente entre la Galaxia (El Macrocosmos) y las Estrellas (Deuterocosmos) que la componen; y viene a llenar un gran vacío entre los Tres Cosmos Electrónicos o de Luz y los Cosmos del Triángulo Atómico, o sea los DEUTEROCOSMOS.

El Triángulo Supremo, como el Cuerpo, el Alma y el Espíritu de Kéther, están representados en los Tres Logos, y de la misma forma en que el Cuerpo Humano toma su energía vital del Alma y esta la toma del Espíritu, cada Cosmos toma su energía del Cosmos Superior que lo contiene en su vientre, a manera de su Madre.

Esta energía que sostiene al cosmos inferior, se transmite a través del mismo Movimiento Cósmico, organizado a través de siete esferas de gravitación cósmica, desde el mismo infinito hasta el átomo infinitesimal, cada centro de gravedad es el Chacra Mundano de un Sephiroth.

Dicha energía es Trina, representada en la FUERZA CENTRÍPETA que atrae todo hacia el Centro de Gravedad, que en este caso es el Padre, que todo lo retiene.

La FUERZA CENTRÍFUGA, que lo impulsa hacia afuera es la de la Madre, que lo lleva a la manifestación.

Y la de Trasladación, que es el resultado de la interacción de ambas, que  se manifiestan como una Tercera Fuerza que es la rotación.

El PROTOCOSMOS es estático referente al resto de Cosmos; puesto que todo movimiento significa cambio y el es inmutable; está representado por el Círculo con el punto en el centro, este sistema en sí mismo es finito; porque es una limitación de la substancia absoluta, que hace Kéther para poder crear; sin embargo infinito para nuestra mente finita.

Y es finito porque Kéther mismo tiene una duración, que cuando aparece la Gran Noche, luego del Gran Día.

Saliendo por decirlo así del Protocosmos, la creación se expande en forma infinita, pero hacia adentro, cuyo vehículo es el Movimiento Cósmico, este proceso de división hacia lo infinitamente pequeño, provoca que lo finito superior que lo contiene se vuelva infinitamente grande, para todo tipo de conciencias inferiores o subjetivas.

Cada vez que un sistema depende de un centro de gravedad distinto al primero,  va agregando más leyes que lo complican; aunque deberíamos hablar de centro de gravedad, como chacra mundano a nivel del Ayocosmos hacia abajo; el Chacra Mundano o Centro de Gravedad del Ayocosmos o del Infinito, es el Sol Central.

Sin embargo también el Maestro cita el Sol Central de nuestro Macrocosmos, o sea de nuestra Galaxia, y cita a Sirio como capital de la Galaxia, ahora debemos recordar que Sirio es una Estrella física y como tal dentro de él existe un Sol Absoluto, es decir es ese el Sol Central de Sirio, así que no hay contradicciones.

Debemos comprender cómo se duplican las leyes, a partir de que se proyecta hacia afuera cada cosmos, es decir hacia abajo; y como cada nuevo centro de gravitación  se constituye en el elemento rector de esa nueva creación.

A este segundo sistema también se lo representa por un círculo con un punto céntrico; como ya lo asignamos al Protocosmos, en el Primer Círculo el punto es infinitamente expansivo en el Segundo Círculo el punto es infinitamente receptivo.

Estos son los dos círculos del Santo Ocho, formado por el Protocosmos y el Ayocosmos, pero ambos círculos tienen naturalezas diferentes, el uno es activo y el otro receptivo.

Los dos sistemas están representados por un Ocho acostado, es decir son dos círculos con sus respectivos puntos centrales, que forman la elipse; esos dos centros de gravedad son las dos columnas de la carta dos del Tarot.

Las dos columnas de la Carta Dos, son el Cristo Cósmico y el Espíritu Santo, que son los opuestos masculino y femenino universales. Para luego pasar a la GALAXIA, simbolizada por las 12 estrellas de la Carta Tres del Tarot.

El PRIMER COSMOS o PROTO-COSMOS; es el AIN SOPH AUR, o velo exterior del Absoluto, es de esta región que Kéther toma su energía para darle forma a su propia Estrella- Universo, que juntas serían el manifestado Ayo-Cosmos Infinito, asociado a Chokmah, así en la Infinita creación debemos hablar de una infinita cantidad de Logos, o de Kéther.

Chokmah el Segundo Logos, toma la energía de Kéther y le da forma a la Galaxia, Cosmos asociado con Binah, el Tercer Logos; así es como un sistema toma la energía del sistema superior, se nutre, envía una parte al cosmos inferior.

De esta forma el ÁRBOL DE LA VIDA; se lo puede simbolizar como un conjunto de 10 Cáliz, en que el superior derrama parte de su energía y la entrega al Cáliz inferior, hasta bañar con sus efluvios divinales, el mismo Tritocosmos, que es cuando nosotros debemos cerrar el círculo, trabajando en la Novena Esfera, haciendo retornar hacia dentro y hacia arriba, la Energía que emana del Absoluto.

Quien formica no cierra el segundo círculo del Santo Ocho, y violan esta Sagrada Ley, sintetizada en este profundo símbolo.

En los tres Cosmos supremos: Protocosmos, Ayocosmos y Macrocosmos; se manifiestan las fuerzas que ejercen el Triple control de la Creación; recordemos lo que sucede en el Microcosmos, para comprender lo que sucede en lo Macro.

El hombre es un trío de Cuerpo, Alma y Espíritu. Entre el Espíritu y el Cuerpo existe un mediador. Este es el Alma. …

…En el laboratorio del organismo humano existen siete ingredientes sometidos a un triple control nervioso. Los nervios, como agentes de la Ley del Triángulo, controlan al septenario glandular.

…Tres rayos y siete centros magnéticos son la base para cualquier cosmos, tanto en lo infinitamente grande, como en lo infinitamente pequeño. “Tal como es arriba es abajo”. (Matrimonio Perfecto, Cap. 8).

Los tres controles nerviosos diferentes que interactúan entre sí, son los siguientes: Primero, el Sistema Nervioso Cerebro-Espinal, es el trono del Espíritu; Segundo, el Sistema Nervioso Gran Simpático, que es el vehículo del Alma. Tercero, el Sistema Parasimpático o Vago, quien colabora frenando las funciones mecánicas del Cuerpo Físico.

Las SIETE GLÁNDULAS  más importantes del cuerpo humano, constituyen los siete laboratorios controlados por la LEY DEL TRIÁNGULO; son semejantes a los siete chacras mundanos o Sephiroth planetarios, controlados por los Tres Logos Supremos.

Pero así como la Kábala, asigna siete letras dobles, para los Siete Planetas; el Sistema Solar micro-cósmico-hombre, posee siete pares de glándulas endócrinas.

Los tres controles, son el exponente físico de los TRES NADIS de la Columna Espinal: Idá, Pingalá y Susumná, manejados desde la cabeza, por tres átomos maestros: El ÁTOMO DEL PADRE ubicado en la raíz de la nariz, controla la corriente derecha o Pingalá; el ÁTOMO DEL HIJO, ubicado en la glándula Pituitaria, controla la corriente central o Susumná y el ÁTOMO DEL ESPÍRITU SANTO, ubicado en la glándula Pineal, controla la corriente izquierda o Idá.

Aquí hay un dato muy importante para comprender a la Luz de la Gnósis, la polaridad de las TRES COLUMNAS del ÁRBOL DE LA VIDA; en que la corriente Crística es la central.

Así como los fuegos del corazón controlan el ascenso del Kundalini, o sea las Fuerzas del SEGUNDO LOGOS controlan las fuerzas del TERCER LOGOS, las Fuerzas del Primero lo hacen con el Segundo.

Ahora entendemos mejor que el Comando Central del Universo, lo tiene el amadísimo Padre Kéther, desde el cerebro; desde el PROTOCOSMOS como su morada; y también que Kéther es una fuerza relativamente inmanifestada, respecto a nuestra comprensión y que el verdadero Logos manifestado es el Segundo Logos, el Cristo Cósmico.

También concluimos que los tres Sephiroth superiores rigen los Tres Órdenes de Cosmos superiores: Kéther al Protocosmos, Chokmah al Ayocosmos y Binah al Macrocosmos y como estas rigen los Tres Cerebros Humanos: Intelectual, Emocional y Motriz; que forman el Santo Ocho, diseño fundamental de todos los Cosmos.  

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